Qué mejor combinación para este gris fin de semana otoñal que una maratón de películas 60's y 70´s, de esos maravillosos clásicos que nuestros papás adornaban con whisky sus casas de muebles cafés y objetos naranjos.
El secreto de la música de Mancini, es que las películas en las que participó se hicieron inmortales, había guión, pero la música las sublimó.
Si escucho su música sin ver la película, la emoción y toda la historia, sentimientos y proyecciones de uno, explotan en el instante. Así de fuerte.
Es inevitable sentirme como Audrey Hepburn "...the very lovely but frightened girl..."cuando escucho Moonriver en Breakfast at Tiffany's.
O cambiar de súbito, de sumo stress a "buena onda" cuando escucho The Baby Elephant.
Sonreir con el humor absurdo del Inspector Clouseau al oir su Pink Panther theme.
Elevar el alma a lo eterno y grandioso de su Exodus.
Y volver luego al tema Something for Cat para armar una fiesta licenciosa donde todo puede pasar y a nadie le importa nada, porque se vive sólo el momento... sin pasado ni futuro..
Buen fin de semana! (este último es el vinilo que yo quieroooo)